En 1945 la Segunda Guerra Mundial ha terminado y los británicos celebran sus primeras elecciones tras el conflicto. Durante los 10 días que dura el escrutinio de los votos, Churchill viaja a Francia para pasar unas vacaciones con su mujer y su hija. En estos días de tensa espera, antes de conocer los resultados de la votación, se muestra al Churchill más íntimo, cuando ha dejado de ser el líder del mundo libre.