Llama la atención que tantas personas procedentes de Centroamérica y México decidan cruzar la frontera sin ni siquiera evaluar el peligro y las consecuencias que conlleva la travesía. Padre e hijos, hermanos, parejas de esposos, todos lo hacen con el único propósito de alcanzar el sueño americano. Quieren trabajar, ganar dinero y también ayudar a los familiares que dejaron atrás.